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RÓMULO ANDRÉS SANTIAGO RAGGIO. Biografía
Hijo de Lorenzo Raggio y María Angela Celle, nació en Buenos Aires el 30 de agosto de 1876.
Hizo sus estudios primarios en la Argentina y los secundarios en la Argentina e Italia. Volvió a la Argentina para colaborar en los negocios de su padre, primordialmente inmobiliarios y bursátiles.
En 1929 fundó el Mercado de Títulos y Cambios (hoy Mercado de Valores) de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, del que fue primer y tercer presidente. Desarrolló actividad agropecuaria en campos en el oeste y sudeste de la Provincia de Buenos Aires, en cuya costa atlántica plantó pinos para la fijación de dunas, siendo uno de los precursores de esta actividad. Paralelamente a sus negocios llevó a cabo una intensa obra filantrópica orientada especialmente hacia la educación popular.
En homenaje a sus padres, Rómulo y sus cinco hermanos donaron a la Ciudad de Buenos Aires en 1924, las Escuelas de Artes y Oficios Lorenzo y María A. Celle de Raggio (hoy Escuela Técnica Raggio http://www.escuelaraggio.edu.ar/
En la ciudad de Vicente López, Provincia de Buenos Aires, coadyuvó a la creación de la Universidad Popular que llevara su nombre. Donó a la Provincia de Buenos Aires, en el partido de General Alvarado, 283 hectáreas para la ampliación del Vivero Forestal "Florentino Ameghino" y la eventual creación del Parque Chacabuco, adyacente a la Ciudad de Miramar. Apoyó la formación por su único hijo, Miguel Mario (de su unión con Genoveva Amarilla -Bella Vista, Provincia de Corrientes 1899-1978 Buenos Aires), de institutos de investigación científica que, luego de la muerte de Rómulo, se conglomeraron en la Fundación Rómulo Raggio.
Rómulo Raggio, quien falleció a los 83 años de edad, fue un amante de la música, en especial de la ópera, y aficionado al dibujo y a la pintura. Amó intensamente al país. Se interesó permanentemente por la educación popular y la descentralización de las actividades productivas, mercantiles y culturales. Cuando fue menester, modificó la naturaleza, pero siempre del modo más benévolo y regido por consideraciones éticas, estéticas y racionales, respetándola profundamente como origen y, a la vez, destino de la vida en el planeta.