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MIGUEL MARIO RAGGIO (1926-2007)
Nace en Rosario (Santa Fe) el 2 de octubre de 1926, hijo de Rómulo Andrés Raggio y Genoveva Amarilla de Raggio. Cursa sus estudios primarios y secundarios en el British School de Montevideo (Uruguay).
Se gradúa en la Universidad de La Plata con el título de Ingeniero Agrónomo. En 1950 se casa con Nora Elba Moro, con quien tiene 2 hijos: Mario Miguel nacido en 1951 y Nora Genoveva nacida en 1958.
En 1951, junto a su esposa funda Phyton, Revista Internacional de Botánica Experimental. En 1953 cursa un posgrado en la Universidad de California (Berkeley) que le otorga su PhD en Botánica. Durante 1957 y 1958 realiza investigación científica en la Universidad de Wisconsin (Madison).
Al regresar a la Argentina y hasta 1962 realiza actividades de docencia y colaboración en el Instituto Hall de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires. En este período simultáneamente crea, junto con su esposa Nora Moro de Raggio la Fundación Rómulo Raggio con enfoque netamente científico, incorporándole la revista Phyton y una biblioteca científica de gran prestigio.
Durante 3 años a partir de 1962 es invitado por la Universidad de Harvard a realizar investigación científica. Desde 1976 hasta 1983 se radica junto a su esposa en la costa oeste de Estados Unidos, logrando el Bachelor of Fine Arts en el California College of Arts & Crafts.
Al regresar nuevamente al país en 1983, se dedica en forma exclusiva a la Fundación Rómulo Raggio, cambiando su orientación hacia las artes, creando el Museo de la Fundación. Durante los años siguientes se hacen reformas al edificio anexo para incorporar talleres de distintas áreas artísticas.
A pesar de los vaivenes económicos y sin pausa continúa su dedicación a la Fundación. El Honorable Concejo Deliberante de Vicente López, por Decreto Nº 698/06 en la Sesión del 19 de octubre de 2006 lo nombra “Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Vicente López”.
Su visión humanista, su mente brillante y abierta, su espíritu libre y emprendedor, su profunda convicción en objetivos fijados, se conjugaron para que el Ing. Raggio lograra llevar a cabo un sueño: dotar a la Argentina con un refugio para el espíritu, la ciencia, el arte y la cultura. Luego de una prolongada y penosa enfermedad, Miguel Raggio fallece en Buenos Aires el 15 de abril de 2007, dejándonos su invalorable legado para las futuras generaciones.
MENSAJE a la COMUNIDAD
En agosto de 1983, inaugurar un museo era "descabellado, una quijotada", dada la incertidumbre general que reinaba en esos momentos, a sólo dos meses de las elecciones que llevaron a Raúl Alfonsín al gobierno. Mucha gente consideraba que a último momento las elecciones serían canceladas o prorrogadas, o sus resultados cuestionados o desacatados por las fuerzas armadas, pues la realización de elecciones significaría el fin de los gobiernos militares de facto.
La gente que así pensaba calculó que inaugurar un museo en tales circunstancias era un riesgo que nadie correría. Con la necesaria perspectiva que otorgará el transcurso del tiempo, el MAfRR deberá ser reconocido en la historia del arte argentino, como precursor -tal vez como inspirador- del paradójico entusiasmo actual por la creación de nuevos museos.
La pinacoteca, alma del Museo, se inició con unas cincuenta obras donadas por Miguel Raggio. Se valoriza día a día y además crece paulatinamente por la generosidad de los artistas argentinos y del público en general.
Gocemos esta joya, con mente y corazón abiertos, sin prejuicios. La intencional modestia de estos cuadros lo ayudará. No busque aquí el mejor cuadro de la historia del arte argentino, ni el más caro, ni el más espectacular. Encontrará, sí, muchas obras que querrá volver a contemplar una y otra vez, por muchos motivos, no sólo por su valor económico.
Encontrará obras de "petits maitres" y "petites oeuvres" de grandes maestros, que ayudarán a complementar el mayor o menor conocimiento que cada uno tenga de determinado artista.
No esperamos ni aplausos ni elogios; tampoco sarcasmos. La mejor recompensa por la labor y el tiempo invertidos en reunir estas obras, será escuchar críticas serias, bien intencionadas y constructivas, que nos ayuden a mejorar este servicio que ofrecemos a la comunidad.
El Museo crece en virtud de los que creen, nos apoyan y nos exigen.
Estos -los creyentes- son los responsables de nuestros recitales, conciertos, espectáculos teatrales y de danzas, y en especial de la existencia de los talleres libres que han hecho posible el Centro Cultural.
Toda esta actividad necesita mayores fondos provenientes de la comunidad ya que en la Argentina y en el mundo, el Estado se va replegando de sus funciones no específicas.
La cultura es propiamente nuestra, se manifiesta en la diaria convivencia entre vecinos, en cómo somos de educados y en cómo educamos a nuestros hijos. No dejemos que la cultura se nos escape de nuestras mentes y de nuestras manos. Para salvarla, invitamos a los "creyentes" a participar, con nosotros, en su rescate.
Miguel Raggio(1926-2007)